lunes, 13 de mayo de 2013

Joaquín Dios de la guerra.


Joaquín, ingresa al aula un tanto apurado, empuja cualquier cosa que esté en contra de él o que le impida llegar a su silla. Sí, su silla, ya que es el único que tiene una silla especial, la última casi al fondo en el salón. Miss Flor, indica que todos deben trabajar con las maquetas que trajo, una especie de sistemas planetarios. Joaquín, no se inmuta de mi presencia y prosigue con lo dicho por la profesora. Es una especie de maqueta – rompecabezas, donde Joaquín termina mucho antes que sus compañeros. Luego este se acerca donde uno de sus compañeros y le quita la maqueta. El otro niño, no sabe cómo reaccionar y solo llora. Joaquín no escucha nada, ni el llanto del otro alumno, ni se inmuta, es casi de hierro y continúa. Ha terminado ya la segunda maqueta. Miss Flor al escuchar al otro niño llorando, se dirige donde Joaquín y le pregunta que pasó. Joaquín se queda callado y le sonríe, la profesora también sonríe, es inevitable yo también sonrío. Miss Flor, le pide que devuelva la maqueta a su compañero de aula, Joaquín vuelve a sonreír y se acerca donde el otro niño (este deja de llorar). Toma, dice Joaquín con una voz aún débil. El otro niño sonríe, abandonando el silencio. La Miss Flor, prosigue con la clase y explica una serie de números con figuras de frutas. Joaquín, no hace caso alguno de eso, lo omite. Es como si no estuviera en el aula. Cruzamos miradas, no me dice nada. Otra vez cruzamos miradas, me sonríe, sonrío y bajo la mirada para que no me pregunte del porqué de mi visita. Miss Flor, se da cuenta que Joaquín no está en sinfonía con sus compañeros y para la orquesta para acercarse donde él y preguntarle que es lo que sucede, el solo sonríe. La profesora lo lleva de la mano al círculo que han formado ya los otros niños mientras Joaquín camina observándome detenidamente, miro hacia las ventanas para no llamar su atención. La profesora lo apresura un tanto, llegan al círculo, empiezan con una canción, todos ríen, menos Joaquín. Tiene la mirada un tanto extraviada, como si no se hallara aquí, toca el timbre de recreo y Joaquín despierta de ese letargo y sonríe, guardo mis cosas es hora de irme. Todos los niños sacan sus loncheras. Ya estoy por salir del aula, pero siento que algo jala la tira de mi mochila, giro la cabeza, es Joaquín. En una mano tiene un planeta me lo da, lo guardo en mi bolsillo sin que Miss Flor se de cuenta. Es el planeta Marte, Dios de la guerra, pienso mientras regreso a casa. 

domingo, 5 de mayo de 2013

Todo ritual es para la muerte.
He borrado todas las manchas de tu cuerpo en mi habitación. He borrado todas las manchas de sangre, sudor, lágrimas, todo, absolutamente todo.


Música